NO TODO ES POESÍA PERO PARECE

domingo, 27 de septiembre de 2009

Manejar


Manejar es escuchar las trágicas noticias en la radio,
entrecortadas por las interferencias de las radios evangélicas hurtadoras de frecuencias, entre otras cosas.

Manejar es frenar cada quetzal de dulces
cada moneda a un ciego,
cada niño que nos limpia el winshil
mientras ensucia su inocencia.

IMAGEN: Extraída de acá

jueves, 24 de septiembre de 2009

reencuentro con música docta


No sé qué tipo de Metanoia me agarró, y me puse a buscar “Música Docta” (que le llaman), me embarqué en esa travesía y supongo que cumplí mi misión, porque redescubrí a Johann Sebastian Bach, Telemann, Rameau, Haydn, Mozart, Beethoven, Mendelssohn, Franz Liszt, entre otros, a quiénes sólo recordaba de los tediosos exámenes de selección múltiple del colegio en el curso de “Música”.

Al menos ahora comprendo un poco más, la repulsión que les provoca a algunos amigos (como Alejando Villatoro, José Benavides, Renato Coto), cierta música contemporánea, como el reggaeton (a manera de sinécdoque), entre otras estridencias que ganan discos de oro.

Ahora que lo pienso quizá mi Metanoia sea culpa de las columnas de Celso Lara. ¡Sí!, awebos.

sábado, 19 de septiembre de 2009

LA VIDA ES SUEÑO DE MARCO ANTONIO FLORES


Marco Antonio Flores mejor conocido como "el Bolo" debido -entre otras razones, dicen-, a su particular modo de caminar durante su juventud, ha regresado a la escena literaria nacional con su libro "La vida es sueño", conformado por doce cuentos, en los cuales su voz narrativa es identificable.

Tuve el gusto estar en la presentación de esta colección de cuentos agrupados bajo el título de "La vida es sueño", realizada durante la reciente Feria Internacional del Libro en Guatemala (Filgua).

Firmó mi ejemplar y le comenté acerca de mi afición por las letras y de mi admiración hacia las de él; escuchó con filantrópica atención y me animó a continuar.

Su personalidad es humanista, seguramente nata y fortalecida durante su fructífera vida literaria-personal como intelectual-militante, cualidades que otrora lo constriñeron a salir al exilio en dos ocasiones.

Los comentarios estuvieron a cargo de la escritora salvadoreña Vanessa Núñez Handal, quien esbozó un discurso ameno, en el cual combinó experiencias que ha compartido con Marco Antonio; asimismo, expuso sus apreciaciones de la obra y la vinculación que este nuevo libro tiene con anteriores entregas, por ejemplo, con la famosa novela acerca del movimiento insurgente en Guatemala, "Los Compañeros".

A pesar de su semblante circunspecto, "el Bolo" irradia la sapiencia que manifiesta en sus letras, las que merecidamente le valieron para ser reconocido hace dos años con el máximo galardón de las letras en nuestro país: el Premio Nacional de Literatura.

Las palabras en "La vida es sueño" se apetecen sazonadas por el irrefrenable transcurrir del tiempo; cada cuento es una argamasa no de cal, arena y agua, sino de melancolía, romanticismo y rudeza, una mixtura bien fusionada y lograda.

Los cuentos de esta entrega son: "La náusea", "Despedida", "La muerte del cadejo", "El instante de la muerte", "Lento sueño delirante", "Atracción irresistible", "El espejo perfecto", "Polvo de estrellas", "Madame Butterfly", "La vida es sueño", "La agonía de la traición" y "El rescate".

Cada uno de los doce cuentos permiten definir la soledad, ya no como ese estado de aridez físico que implica el aislamiento y el abandono -o quizá sí- pero especialmente como un fermento madurado con los años, una levadura de palabras que sólo alcanzan la realización, que sólo cumplen su función, acopladas con la aceleración del tiempo, los años y los daños, concretos o imaginarios, que le añaden nostalgia y nuevo bríos a los sentimientos.

El erotismo vuelve a ser protagonista, pero al igual que al tipo de soledad que ya expliqué, éste se considera un indicio innato de humanidad, sin exclusiones.

Y qué decir del plano ideológico, el típico en Marco Antonio, así como acepta grandezas, admite errores.

El autor deja huella indeleble de su existencia, permite ver tras el cristal traslúcido de sus palabras los caminos que ha transitado durante su vida y los momentos estrepitosos y memorables que han implicado sus caminos elegidos.

En los textos hay metáforas recurrentes, como la nausea y lo extraño que resulta entrar desanimado a un "pub", que es un "establecimiento donde se sirven bebidas alcohólicas, no alcohólicas y refrigerios bajo las premisas del país correspondiente", después de deambular solo por las calles; entre otras.

Marco Antonio no habló durante la presentación del libro, a pesar de que hubo un momento para realizarle preguntas, nadie rompió el hielo, pero sí firmó pacientemente todos los ejemplares, acaso porque no hay más que preguntar, pues si de incógnitas se trata:

"¿Qué chingados es finalmente la literatura sino la explicación o el intento de explicarse la vida y los sueños que la han atravesado y destruido o construido?" (De contraportada). Y la respuesta está circunscrita en la duda.

"La vida es sueño", pues, es un viaje descriptivo intenso y penetrante, durante el cual es posible distinguir a un narrador febril (inquieto), sensible al drama de los recuerdos y apaciguado en otros momentos.

Marco Antonio no se desapega de su tradicional vigor lírico y narrativo ni del nervio literario al que ha acostumbrado; encarna personajes, acaso por empatía; la variación de los tiempos gramaticales de cuento a cuento son notables muestras de mutabilidad emocional y versatilidad como escritor; el relator, a veces protagonista, es omnipresente, es decir, "está en todo".

La prosa de Marco Antonio, atestada de una fuerte carga poética, no se ha devaluado (como sí nuestra moneda) a través de los años, las letras más bien parecen haber adquirido nuevos espesores y sabores; como muestra un botón:

"Las cosas no salieron bien. Todo se desmoronó. De nuevo huir para salvar la vida. Una vida que no era la más hermosa. Que no cumplía las expectativas. Sólo me mantenía vivo la necesidad de sobrevivir, de ganarles la partida" ("El espejo perfecto").

Personalmente, espero que en un futuro podamos degustar más palabras de Marco Antonio Flores, y sí estas, mis palabras, llegan a sus ojos, le deseo decir que la edad es un prejuicio psicosocial patológico; su pluma, la suya, mientras hayan lectores, será sempiternamente joven.

No, no me atrevo a emitir un comentario que pretenda ser objetivo acerca de la obra de "el bolo", me falta la valentía para enfrentarme a su sintáctica, o me sobra admiración, no sé; mejor otro fragmento de "La vida es sueño":

"Alguna vez va a encontrar al hombre que quiere. Este no sirve. No le sirve para nada. Lo único que le aterra es la soledad. Y la vejez. Pero aún tiene muchos años para buscar" (página 40, cuento El instante de la Muerte).

El último cuento de la entrega, titulado "El rescate", es una epopeya consanguínea por la supervivencia que no siempre se consigue, trata de la búsqueda implacable de una niña desamparada a su padre enfermo, a quien finalmente halla en circunstancias impactantes.

Repito, no me atrevo a emitir un comentario que pretenda ser objetivo, más bien considérense estos pedazos de palabras, las mías, apreciaciones de un aficionado, una muestra de respeto y admiración hacia un gran escritor, dignamente guatemalteco.

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FICHA TÉCNICA

AUTOR: Marco Antonio Flores
TÍTULO: La vida es sueño
PAÍS: Guatemala
EDITORIAL: F&G Editores
COLECCIÓN: Premio Nacional de Literatura, número 1
AÑO: 2009
PÁGINAS: 100
ISBN: 978-99939-951-2-8
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SEMBLANZA

Marco Antonio Flores nació en Guatemala, en 1937. Es poeta, narrador, ensayista, periodista. Ha sido catedrático en las universidades San Carlos y Rafael Landívar, de Guatemala; becario en el Sistema Nacional de Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, de México. Ha dictado conferencias en universidades y centros culturales de México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá, España, Alemania, Inglaterra e Irlanda.

Ha desplegado una intensa actividad cultural como coordinador de talleres literarios, cursos de literatura y editor, tanto en México como en Guatemala. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, francés y alemán. En dos ocasiones salió exiliado de su país.

Es autor de los libros de poesía "La voz acumulada" (1964), "Muros de luz" (1968), "La derrota" (1972), "Persistencia de la memoria" (1992), "Crónica de los años de fuego" (1993), "Un ciego fuego en el alma" (1995), "Reunión, Poesía completa, Volumen I" (1992), "Poesía escogida" (1998), "Reunión, Poesía completa, Volumen II" (2000), "Antología personal 1960-2002" (2008); de las novelas "Los compañeros" (1976), "En el filo" (1993), "Los muchachos de antes" (1996), "Las batallas perdidas "(1999), "Comrades" (Inglaterra, 2008); de los libros de cuentos "La siguamonta" (1993), "Cuentos completos" (1999); de la crónica histórica "Fortuny, un comunista guatemalteco" (1994); de las obras de teatro "Entremés para cantar" (1972), "El entrenador" (1997), "Teatro completo" (2006); de un libro collage "Los rollos que quedaron" (1997). Ha recopilado sus columnas periodísticas en un volumen "Pan pa' mi matate" (1995); y en ensayo, "Poetas guatemaltecos del siglo XX" (2000).

Artículo publicado en el suplemento cultural del diario LA HORA, del sábado 19 de septiembre del 2009. AQUÍ

martes, 15 de septiembre de 2009

Ocio patriótico

He pasado este 15 de septiembre, día en el cual un decreto legislativo nos empuja al ocio (al menos a los que no tenemos nada que ver con el comercio) y a conmemorar la independencia Ayceninista Criolla, dándole duro al Zapping en la tv, oteando a escolares somatando bombos mientras marchan muy castrensemente; ah, nuestro glorioso quince.

Además me he detenido fugazmente en canales donde están transmitiendo otros programas insubstanciales e interesantes.

También he ojeado libros, periódicos del pasado, revistas; de todo un poco; el ocio no es tan frecuente, así que cuando hay, hay que aprovecharlo.

Almorcé una hamburguesa transnacional, estoy convencido de que el sentido del gustó conspiró contra mí.

También revisé blogs, organicé las carpetas del escritorio de mi computadora, hechas un matorral de archivos, borré videos y documentos inservibles pues los discos ( C: y D: ) de mi compu están saturados, y ya no le cabe ni una hoja de Word (literalmente), debido a ese detalle (entre otros como telarañas y troyanos) colapsó hace dos días, juro que la había dado por muerta, murió frente a mí, luego de un hedor a chamuscado; desesperadamente la llevé con un técnico a quién me recomendaron aduciendo que era bien ducho en el arte de reparar armatostes informáticos, y vaya que lo era, prácticamente la revivió desde los abismos billgayteanos, dijo que se le “fue la fuente” y que “estaba asquerosa”, así que le colocó repuestos pertinentes y la higienizó; ya está de nuevo el artilugio, rebosando megabytes y downloads (cuando necesiten del técnico ya saben, no es propaganda).

Ah, este 15 de septiembre también aprendí quién fue (o no fue) Nedd Lud, y quiénes fueron algunos personajes mitológicos griegos, vía poemas de Leonor Silvestri, la poeta argentina perita en cultura Helena.

RECUERDEN: LA MEJOR HONRA QUE SE LE PUEDE HACER A LA PATRIA ES DEMOSTRAR QUE ESTAMOS DISPUESTOS A TODO POR ELLA, PARA QUE ALGÚN DÍA SU SUELO Y SU GENTE, SEA REGIDA POR LA DIGNIDAD Y LA JUSTICIA...LO DEMÁS SON DECRETOS, PATRAÑAS (Y PAJAS).

miércoles, 9 de septiembre de 2009

HAMBRE DE TODO (NIÑOS MENESTEROSOS)


Hambre de todo
porque la panza espiritual está vacía
y no hay papas fritas que valgan.

No hay micronutrientes
sino microcuerpos
desnudos, descalzos, escuálidos
sin vitaminas ni minerales.

Un llanto de poca monta.
Una panza repleta de lombrices.

Un corazón hurtado por el apetito de todo.

Débil cerebro que no va a conocer primaria
porque le tocó ser parido
en un lugar sin doctores
ni peritos en arte de extraer desnutridos.

Un sitio sin oportunidades de dignidad

Donde las proteínas
son utopías,
las pandemias mentales
y la inanición
la democracia
que jamás eligieron en plebiscito
pero que aceptaron intercambiar
por un mendrugo de pan plástico
mientras la solidaridad
le hacía el amor a la ignominia
en un rancho imaginario de proselitismo.

Responsabilidad social
son dos palabras que ya no coexisten..

Hambre de todo, de la nada,
de la nada que se apersona ante la injusticia
y le rinde cuentas.

Apetito de algo más que la materia fecal
que atiborra las canastas básicas del vía crucis cotidiano
y las laboriosas jornadas infinitas sin contratos.

La sequía está en sus delgados intestinos gruesos
NIÑOS MENESTEROSOS
Los que aparentan la mitad de años que acumulan (soportando la existencia)
regando las vacas muertas que circunvalan
la tierra ajena.

La sed no se acaba con veneno.

Ni su hambre, MUÑECOS,
con frituras llenas de amarillo 5.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

VOMITANDO PALABRAS: UN MUNDO INDIVIDUALIZADO

ENSAYO DEDICADO A MIS AMIGOS RENATO COTO, DANIEL ELÍAS CEBALLOS Y A LOS IDEALES EN CONSTRUCCIÓN.

Tristemente vivimos en un mundo individualizado, donde parece que se ha olvidado que el ser humano es un ser social, (concordando con Aristóteles para quien el ser humano es una “animal social”)

Hoy se manifiesta lo que profirió hace incontables años Hobbes de que “el hombre es el lobo para el hombre”, no nos situamos demasiado lejos del "estado de Barbarie" (aun nos matamos unos a otros) por eso se hace imperativo instituir un estado organizado que nos organice y dirija, cual orquesta, si hablamos de Guatemala hablaríamos de una orquesta desafinada (verbigracia).

Desafinada porque cada quien observa la realidad desde el cristal que cubre sus ojos, unos sentados sobre sacos de millones y otros sobre una hecatombe de basura, cada quien hace lo suyo, lo que le importa para su conservación propia.

Las posiciones ideológicas se bifurcan cuando se trata de ayudar a la colectividad, nadie quiere ver más allá de su miope y quejumbrosa trinchera, como afirmé con antelación las opiniones se ven viciadas por factores económicos, políticos y sociales, hay quienes desean mantener el status quo, otros, los progresistas, los humanistas, los científicos sociales, creemos que hay que actuar en pro de los necesitados, los vulnerables, los desposeídos, pero jamás fomentando la vagancia y el ocio, única excepción –creo- para la omisión de auxilio social, dando lo necesariamente básico para que su condición humana no se vea menoscabada, propiamente dicho el derecho a la alimentación.

Nuestra democracia no ha cambiado, quizás políticamente los actos hostiles e ideológicos conflictivos se han apaciguado, pero ahora las lacras sociales son otras, la violencia, la corrupción sobre todo.

Los políticos no han tomado las medidas necesarias para efectivizar estos derechos SOCIALES, tan importantes, se han preocupado por batir la diplomacia con SU JUSTICIA (DI) SOCIAL, el capital sigue siendo nuestro gobernador “in fieri”, los pocos que lo disponen sin necesidad de escatimar demasiado, presionan, y el gobierno crea condiciones para que los ricos se hagan más ricos, mientras los hospitales cada vez se desquebrajan, los instrumentos curativos se descomponen, los médicos se sindicalizan con fines individuales (violando la naturaleza de esta institución laboral).

Para que el estado CAMINE BIEN, es menester la condiciones fundamentales para que el ciudadano se sienta satisfecho, la insatisfacción de HOY, es causa de la violencia, la falta de educación y la necesidad de recurrir a la delincuencia como “modo de vida y supervivencia, la mejor ATENUANTE PARA LA MISERIA.

Es increíble como el Código Penal aun castiga LA VAGANCIA (índice de peligrosidad en el delincuente), EL TRABAJO ANTERIOR A LA COMISION DEL DELITO ES UNA MEDIO DE REDUCCION DE PENA y ¿Qué vamos a hacer si NO hay trabajo, al menos no digno?, aquí se denotan resabios de un SISTEMA DE JUSTICIA ELIISTA Y POLITIZADO HASTA “LOS GRANOS”, donde una vez mas el PISTO ES EL PATRON DE PATRONES; “el jefe de jefes”.

La famosa formulación aristotélica: “el hombre es por naturaleza un hombre político.” Quien carece de ciudad está por debajo o por encima del hombre. Puede ser bestia o dios. Nunca un hombre, la anterior reflexión Aristotélica supone que quienes se alejan del sistema constituido, no son HOMBRES, creo que resultaría erróneo pensar algo como eso, pues a veces la melancolía pesa más que el soportar este sistema entroncado que nos atribuyen a nosotros, Y ENTONCES DESEAMOS ALEJARNOS DE TANTA CARROÑA, nos vamos con quien diría POR LA TANGENTE, y ahí nos viene ese apelativo “peyorativo” de LOCO, REVOLUCIONARIO, REBELDE SIN CAUSA.

ESCRITO EN MARZO DEL 2008 (encontrado dentro de carpetas fugitivas)

martes, 1 de septiembre de 2009

El adiós es terriblemente unilateral

El adiós es terriblemente unilateral, y casi siempre no tiene sentido, pensamos que con el gesto de agitar nuestra mano o de guturar un "adiós", alguién aguarda nuestra despedida. Lo mejor es ensartar nuestra mirada en un dique de esperanza y avanzar, utilizar nuestro cuerpo, como el artefacto dialéctico que es.