No hay hedonismo mejor
que encerrarse en cuatro paredes
con tantos cigarros como neuronas
a ver la luz entrar por la claraboya
recordar que en el centro comercial más cercano
las zapaterías están repletas de aguinaldos en extinción
y villancicos amplificados.
Nota: A pesar de saber que también los cigarros mencionados son parte de ese delirio consumista, y de todo el poema, sólo la luz de la claraboya no lo es.
2 comentarios:
que buen poema amigo, ilustra perfectamente la lamentable situación en la que la sociedad ha naufragado. Hemos. ):
es posible comentar un poema?
como diría un anónimo por ahí.... "buen rollo"
Saludos,
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