NO TODO ES POESÍA PERO PARECE

viernes, 25 de junio de 2010

PRE NAVIDAD DE UNA NIÑA POBRE (DICIEMBRE 2009)

PRE NAVIDAD DE UNA NIÑA POBRE

La navidad para nosotros no es igual………¡ve pues! se arruinó el desagüe por el lodo y hoy ¡el mero veintitrés!, ya se nos metió el montón de agua shuca a la covacha donde vivimos media legua montaña arriba del pueblo, en el caserío Los Chonéts.

A veces nuestro papa nos golpea cuando se echa los tragos, así como ayer. Somos ocho, mi mama lava ajeno y nosotros la ayudamos. A mi abuela, la mamá de mi mama, la enterramos ayer, se murió de la cólera dijo mi papa y se rió bien bolo, pero el doctor del Centro de Salud dijo que fue un derrame en el cerebro cuando le dije que gritó que sentía como que le estuvieran dando con un block en la cabeza.

El mero siete hicimos el arbolito, quemamos cuetes el día del diablo, estuvo alegre. Me gusta cómo huele el humo de los cuetes. Eran dos ametralladoras de un metro las que compramos en la tienda.

Cuando se acabó la bulla nos entramos, hicimos huevos con tortilla y oímos el radio.

Mi mama también vende tortillas, pero casi nadie viene a comprar, a veces no hace porque dice que para qué va a hacer si casi no hay quien compre sólo los sábados y en semana santa.

Vivimos cerca de un turicentro donde a veces nos colamos con mis hermanitos a bañarnos en la piscinota con animales de piedra.

El arbolito quedó bonito. La seño Betty, una señora del pueblo que me enseñó a escribir, nos regaló adornos, algunos quebrados, pero estaban bien bonitos y el árbol lo arrancamos en el llano.

Lástima que no pudimos poner lucecitas como ella porque no tenemos luz porque dice mi mama que muy caro y que de todos modos aunque la pida no la van a venir a poner.

Vi el arbolito de doña Betti cuando bajé a traer la bolsa de plástico con las pelotas para el árbol y le puso hasta peluches y un Santa Clos de piedra a la par, nosotros tenemos radio con baterías pequeñas y un televisor chiquitito también con baterías pero gordas que nos lo regalo don Oscar, también del pueblo, ese es el que se arruinó, las noches las pasamos con candelas.

Después de navidad viene año nuevo y es enero, un montón de niños van a ir la escuela con su bolsón bien bonito, mi mama dice que más grande nos metamos a estudiar aunque sea por madurez porque la escuela queda muy lejos y hay que ayudarle en la casa a hacer la masa y a cuidar a mi papa ahora que lo sacaron de la obra porque un martes soleado se salió antes de tiempo.

Mañana es noche buena, vamos a seguir jugando con los juguetes que nos compró mi mama en el mercado con el pisto que le dio el presidente y otro tantito de las lavadas y las tortillas.

Ya compramos otras 2 ametralladores para mañana y tenemos guardados unos cuetes despenicados que sobraron desde el día del diablo, a mi hermano le reventó un cuete en la mano pero se echó agua.

Qué alegre, mañana es veinticuatro, otra vez voy a oler el humo y ojala como el año pasado mire luces gigantes en el cielo.

Mañana mi mama va a aprovechar para hacer tamales para vender y para que nosotros también comamos a las meras doce, no me gusta el ponche pero huele rico.

Ojalá mi papa esté con nosotros mañana aunque no creo, yo creo que va a ser como el año pasado quizá, cuando el veinticinco a medio día, en medio de la cuetería lo fui a recoger de la banqueta con mi hermano más pequeño.

Escuintla, Guatemala, diciembre de 2009.

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