Me devolviste la sonrisa
y las ganas de tomar café
las ganas de devorar silencios
y a caminar al amanecer
la poesía de los sábados fríos
la solemnidad del inicio de mes
el arte de defender la soledad
a mitigar la tristeza
y a comportarme lo mejor posible
¿Qué más podría exigirte?
que no sea que te quedes
el tiempo suficiente
hasta que de tanto abrazarnos
amanezcamos en un planeta
lejano.
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