NO TODO ES POESÍA PERO PARECE

domingo, 30 de diciembre de 2018

Es octubre: demasiado octubre

Una flor mojada testifica que es octubre. Una flor roja como la que fue roja y ahora está en el centro de mesa donde me dispongo a tomar un café. Justo a la par donde reposa un libro de poesía guatemalteca contemporánea. Este libro lo compré por aproximadamente treinta quetzales en una feria del libro extraoficial. Sí, hay ferias del libro extraoficiales, paralelas, estas se encuentran en mercados cantonales e incluso en centros comerciales. Me dan risa las ferias de libros en centros comerciales. No es común leer la contraportada de un libro de José Saramago u Octavio Paz mientras escuchas a lo lejos cómo alguien ordena unas papas fritas agrandadas. O cómo una mujer bastante alta, pregunta en un kiosko si ya está disponible el perfume nuevo de alguna artista cuyo nombre no puedo escribir y menos pronunciar. Para comprar libros prefiero lugares populares, donde los pasillos sean estrechos, donde los libros nuevos se mesclan con los viejos y usados, mismos que un lector avezado fue a dejar ahí porque ya no le cabían en su casa. Ahí la literatura se hace viva, la gente que ha dejado ahí sus tesoros literarios, es gente que pudo haber sido protagonista de sus propias novelas. Justo cuanto termino el café y la última página del libro de poesía, la flor roja que me anunció o recordó el mes que estamos, se marchita y pienso: es octubre, demasiado octubre.

Octubre 2,018.

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