Un día X a una hora insospechada, en un lugar aún mas insospechado y bajo una situacion extremadamente inospechada...
Bien,
¿Qué tal si dejamos de hacernos los tontos?
Y pensamos que te amo y que me amas
Ya dejemos de hablar de doncellas
Y de caballos blancos despotricados
No soy príncipe de cuento
Mucho menos caballero
Mis castillos son de musgo y mentira
No hay nubes en este mi reino alucinado
No hay manos de corcel, ni sol eterno
Aire tímido sin solaz, eso si hay
Soslayado en un paisaje maquillado
Y de lágrimas sin freno, con lazo
Tengo un reino en extinción, mi corazón
Y una pena a la que no deja de lloverle
Tengo la felicidad en incubación
Y un paquete de dudas frescas
Una canción de los BEATLES, y un adiós
Mujeres negras, coloradas
Flojas, noches de captación y jactancia
Eso y más, quizás cerveza, un trago amargo
Que hay de malo en interpretar mi sumario
Al aire ahumado y tabaco
Un letargo salado y rencoroso
Quizás, creerás que te quiero
Y ya ni de despojo te usaré
Quizás de universo si
Pero un mundo en reserva
Pa cuando te acabes éste
Y yo por fin acepte
Que sos mi único maltrato
Bien,
¿Qué tal si dejamos de hacernos los tontos?
Y pensamos que te amo y que me amas
Ya dejemos de hablar de doncellas
Y de caballos blancos despotricados
Tengo una guitarra autografiada por mis fantasmas
Y muchos textos criminales de Poe y Allan
Esas pesadillas si que me atormentan
Si que me dan mucho miedo
Tanto como beberme este planeta
Sin cometas, sin vos, sin nadie, incluso sin mi
Sin culpas de amor y con amor
Y odio para jamás sentirlo
Demasiadas teóricas pretendieron describirte
Y escasearon de bendiciones anatómicas
He encerrado a muchos poetas
Y ahora yacen cautivos con mi cordura
Casi diez y muchos más
Los he obligado a atascarse los poemas que te hicieron
Porque a tiempo los pesque en tu captura
Y lo juré ante quien corresponda hacerlo;
“luchare por vos aunque me muera
Sin doncellas ni castillos, ni amores, ni fresas”
Que tal si dejamos de hacernos los tontos
Y pensamos que te amo y que me amas…
Tengo un reino en extinción, mi corazón
Por Mariano Cantoral
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