La guerra ¿terminó?
Si quiere quítele los signos
O déjelos también
Pero de que termino ¿terminó?
Las letras, no se murieron
Gracias a ¿dios?
Si, gracias a ¿El?
Si quiere quítele los signos
O déjelos también
Quizá entre el humo colorado
Los polvos se encarnaron
Y la inspiración se reencarno
En sus cuerpos blandos
De esta constelación literata
Guatemalteca;
Que hoy me forja y me alienta
Si, la generación post-guerra
Encabezada, a mi muy particular
Punto de vista, por Ronald Flores
El hombre de las conjeturas
Que desentrañan engaños
Y por presentarles algunas caras
Que hoy se vienen de repente
En este conato de poema
Que escribo rápidamente
Para en verdad mencionar
Los que sorprenden (me):
Allan Mills, las letras borrachas
Aleras en tardes de copas
Profundo, sereno…
Payeras, el que hace ruidos en el fondo
Con sus letras fornicando
Luis Alberto Mendez, engendrado sin pecado
Sin pecado concebido
Son parte de quienes ahora
que existe El ¿silencio?
Si, existe ¿El?
Si quiere quítele los signos
O déjelos también
Se zambullen en las letras
Con rebeldía y desacato
Pero siempre memorable
Con una existencia, que apenas
Sobrepasa treinta años
No se si Mills, Flores o Payeras
Algún día
Comentaran mis incultas letras
Y aunque sea en mi silencio
Me llamare poeta de la post-guerra
Y me echare flores en paleta
Ya tú sabes, para las viejas
Pero siempre y no será en silencio
Llevare por estandarte
Y orgullo sincero
Cuando me pregunten y responda
Que si viví entre sus letras…
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