Ey, mano:
Seguí cabeza abajo, pecho tierra, inventále rezos al autócrata, seguí la línea que te han trazado, y alimentá su política de clase, tu destino es ser un servil del poderoso, ser un esclavo del dinero, glorificar al imperio….dale compadre, dale vos, dale sin pena, yo me voy por la tangente, me alejo esto y de todo, me voy muy lejos, lejos de esta eterna democradura, me voy porque yo no nací para esto”.
Preparo mis escasos instrumentos, y me embosco, lejos y profundo, alejado de aquí y de allá.
Con el único billete que me queda compro un diario AMARILLENTO, en la portada:
UNA CALAVERA NEGRA (ILUSTRA): MUERE UN NIÑÓ DE HAMBRE, A LA PAR CARLOS PEÑA REPRODUCIENDO BAZOFIAS Y MENTIRAS, ABAJO UN PRESIDENTE NEPOTISTA.
NO SOPORTO, Y POR FIN ME VOY, DEJANDO TRAS MI, MI LLANTO, UNA ULTIMA HUELLA, QUE SE LA CONSUMIRÁ EL VIENTO, MI SERENATA DE DESPEDIDA, UNA COHETERIA SIN SENTIDO, UN HUMO CONTAMINANTE, Y LA FIRMA DE UNA “PAZ DE MENTIRAS”.
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