Gourmet de tortillas (cuento breve)

Experimentando con la prosa:

Ya sabés, si sabés de algún chance me avisás, buena onda, te repito mi especialidad, no lo escribo, porque no puedo, pero poné atención para no olvidarlo, soy un experto catador de tortillas delicatessen, de la más alta calidad pués, aunque también sé reconocer cuando el maíz no provenía precisamente de hectáreas gigantescas, o sea de baja monta pués, pero repito, mi especialidad es la cocina de la mazorca de alta escuela, gastronomía de alto nivel, si no me entendés es porque a vos te falta cultura culinaria mano, si eso es todo un arte, como la bella arte, como la literatura como la verdadera poesía, ay Dios mío, ni sabés el nivel de este paladar con que te hablo, para saber la naturaleza que rodeó, el clima, el tipo de mano que confeccionó la tortilla, me pinto solito, pan comido, como dirían los ladinos, hasta te puedo calcular las fortunas de los latifundistas donde crecieron los elotes y en caso contrario, si son agricultores pobres quienes cultivan para la supervivencia, si, como no iba a saberlo, si en ese labrantío con poca tierra se ha desenvuelto mi vida, si solo he venido comiendo mazorca desde que nací, de la materia prima que conforma mi cuerpo pués, eso dice el libro sagrado o algún anal de mis análogos hermanos, a veces le agrego sal a la carne de mi carne, a veces uno de mis tantos hijos, que de tantos que son, he perdido hasta la cuenta, al igual que con mi edad, ya sabés, si sabés de algún chance me avisás, buena onda, ya te expliqué cuúal es mi mero mosh, según sé hay catadores de vinos, carnes, pastas, pero esos cabrones solo pajas, cursis aculturados.