NO TODO ES POESÍA PERO PARECE

martes, 2 de junio de 2009

ALMA GYM

"El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde nuestra realidad. La realidad es el alma". Victor Hugo (1802-1885) Novelista francés.


Coincidentemente, él se inscribió el mismo día que ella al gimnasio espiritual “ALMA GYM”, no hace mucho se habían vuelto mejores amigos, padecían de desnutrición en el alma, desde hace un buen plazo.

Después de que la encargada les extendió el comprobante de pago, se fueron directo a los camerinos, donde se pusieron cómodos, es decir, limpiaron bien sus lentes, y sacaron del bolsón sus diccionarios.

Se juntaron en el pasillo donde convergen las salidas de los vestidores de hombres y mujeres.

El instructor se percató de que estaban preparados, y les lanzó previo de un aviso mímico, un libro gordo, de pasta roja, a cada uno.

-Bueno, tú te sientas por allá y vos por allá- les indicó mientras señalaba los buroes destinados para el efecto.

-Cualquier duda me avisan, estoy para servirles – dijo.

-Gracias- respondieron al unísono.

El libro era de filosofía, un compendio de las principales teorías filosóficas a través de la historia, extendido a lo científico, con efectos dialécticos, sólo para calentar.

Era el primer día, e hicieron dos horas.

Terminaron con el encéfalo empapado, pero se sentían endurecidos, como si una estructura se les empezara a injertar dentro de la carnosidad.

-Ya instructor, creo que es suficiente por hoy- dijo él.

-Está bien muchá, los espero mañana, ojalá no amanezcan muy adoloridos, pero si no duele, no sirve, mañana seguimos con estos ejercicios de aclimatación, dentro de quince días haremos aeróbicos con poesía elegida al azar, con eso pretendemos robustecer la parte más intangible de sus cuerpos, así nos vamos el primer mes.

Luego, pasamos a la humanidad, a la sociología, al arte visual en todas sus expresiones, con ello se trata de marcar el pecho intelectual y sacar cuadritos en la psique con incesantes series de pilates gnoseológicos, vamos a marcar el alma, se los prometo.

-Profe, y ¿puedo comer hamburguesas o es necesaria algún tipo de dieta- dijo ella.

-No no, para nada, media vez no le metás odio a tu organismo, no hay problema, la única dieta consiste en reducir los niveles de envidia y elevar el consumo de filantropía, ya los quiero ver bien toros.

-Ah, antes de que se vayan, aquí está su rutina, el tercer mes ya podemos hacer halterofilia con instrumentos musicales- dijo el instructor.

Al salir del recinto se toparon intempestivamente con un joven vestido sport que venía trotando en sentido contrario al de ellos, sudaba a granel y les pasó botando una novela grecolatina que él sostenía entre su brazo y su costado. El corredor no tuvo ni la cortesía de detenerse a recoger el libro, sólo vio la portada sobre el asfalto y huyó.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Me gusto tu relato, muy interesante, tengo que ir a ese gimnasio definitivamente, saludos!!

Anónimo dijo...

que curioso! muy bonito...

Anónimo dijo...

Letras, palabras y escrito diferente y original! ;)
Te feelicito!
Mucho por analizar =P

Saluditos, de siempre! =)

Cristian Mejía dijo...

El ejercicio, la religión, la fama y tanto otro gym abierto. buen texto Bro! Deja mucho q pensar.

rafael romero dijo...

Este tipo de instalaciones podrían sustituir perfectamente a los templos. Supongo que son más atractivos visualmente, por no mencionar el merchandising, jeje. ¡Un saludo Mariano!

Anónimo dijo...

muy bueno

Alejandro Marré dijo...

Señor, pasaba por aquí leyendo su cuento y me pareció muy bueno... Tiene tanta razón, eso es lo que le falta a la humanidad, mucho de ese ejercicio que menciona, saludos