Puede que a veces un corazón tan cercano, sea el más lejano, lo más posible sea lo imposible y la razón se vista de locura, así es el destino que a veces florece en otoño y se marchita en primavera.
Así son esos amores prohibidos o dolidos, consecuencias de muchos tragos bebidos y poderes corrompidos.
Sin querer rimar estoy versando y en ti estoy pensando.
Esto que no era poema ya agarró fonema.
Perdón si no te canto y este furor solo en mi existe.
Perdóname si no soy lo que quisiste.
Perdón si te pones triste.
Perdona este aire que anuncia tu ausencia.
Perdónalo pues a mí también, me incomoda la presencia.
Pendiente de tu mente.
Inexistente que me piensa…
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