Transcurría sin muchas cosas extraordinarias un 18 de septiembre mas, esta vez, del año 2007...lo mas extraordinario fue que era el primer certamen literario que competia, y ganaba: nada mas
Arribe apresurado y con este traje que me incomoda al "teatro de camara" donde tendria lugar el anhelado homenaje, que desde varios meses atras vivia en mi imaginario, llegue mucho mas tarde de lo acordado para realizar el ensayo general de la premiación del VI festival de arte y cultura organizado cada 2 años por la facultad de derecho en la Universidad de San Carlos de Guatemala, había pues, ganado 3 días antes el primer lugar de poesía con "La Retórica del Dolor"....
Lo acepto, quería aparentar ser el bohemio loco que había escrito por la pasión de competir, pero no, hace varios meses atrás, me había ya emocionado porque entre las frívolas leyes que estudiamos...veía cercano el triunfo...no seria demasiado complicado, sacar de mis lóbregos escritos poéticos una buena cuadrilla para mandarlos a "charse verga" con algunos abogados enamorados de la ley imperfecta de este país(con la aclaración que soy abogado...en potencia...pero no deseoso de apegarme a este sucio sistema sino de mediar cambios reales).
Y así: llego el momento indubitablemente:
Estaba sudando, quería despedirme sin adiós y salir corriendo...el momento tan esperado, ahora se reduce a nervios y arrepentimiento de estar ahí, al temor de tropezarme o hacer una mala mirada, de pronto le pierdo a esto, la gracia.
Y entendí mi gozo mayor al escribir mis retóricas del dolor, que el momento de homenaje...un escritor debe ser eso, un escritor...reducir este mundo a una palabra, o la menor cantidad de ellas posibles, decir poco y expresar mucho.
Y transformamos el mundo mediante la abstracción de versos, palabras y sentimientos...somos el cambio mudo de lo que lapida nuestra fe, sin mas armas que la pluma y el papel...
Hoy, 18 de septiembre entendí que un escritor es eso, es el temeroso infante esparcido en un cuerpo madurado por el transcurrir de la existencia imparable...y denme la razón, colegas empíricos y hermanos poetas...... ¿acaso esta vida etérea no es mas dominable con la pluma en el papel?.... ¿acaso no quisiéramos esfumarnos ante los reconocimientos vacíos, que están demás cuando en realidad no se ha hecho nada?...
Estaba sudando, quería despedirme sin adiós y salir corriendo...el momento tan esperado, ahora se reduce a nervios y arrepentimiento de estar ahí, al temor de tropezarme o hacer una mala mirada, de pronto le pierdo a esto sentido.
Y así llego el momento indubitablemente.
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