Quise apoderarme de tus poros uno a uno, la noche estaba cerca, respiro el olor a tu habano profano, tu pelo negro esta tan quieto, como siempre, liso, irradiante, huele a pecado, de pronto quiero tenerte y envolverte en mi regazo, morder tu piel, y lo peor es que lo hago.
No se, me ganó la demencia ¿o la falta de conciencia?, lo cierto es que lo hago… te pido parte del habano, accedes y ahora te paras, sacudes tu pelo como queriendo alejarlo de tu cuello, haces movimientos extraños.
El escote me apodera y me embriaga en tu mirada, te poseo con las pupilas, se amoratan los placeres impuros en mis entrañas, quiero tocarte, magullarle la esencia, y por fin no llorar en tu ausencia.
Golpéame o arráncame, hazme lo que quieras, solo deseo sentir parte tu piel sobre la mía, mírame tan solo con rechazo o repugnancia, solo entérate de mi existencia.
Róbame lo que me hace falta, penétrame y atestigua mi declive.
Humus de tu piel, tápame para no ser vulnerable.
Me atrevo a tocarte…y cumplir mis desvaríos: me alejas con todo el rechazo, tus uñas intentaron rebelarse y tu piel me amorata, otra vez, te baño con mis lloriqueos, te lavas con mis lagrimas.
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